
La última revolución en materiales es un cristal líquido en spray, que forma una pantalla flexible que se adhiere a casi todo, resistente al agua y la intemperie. El producto es básicamente dióxido de silicona casi puro extraído del cuarzo, con agua o etanol, dependiendo del tipo de superficie. No tiene aditivos de ningún tipo, además de ser resistente a los microbios. El invento viene de Turquía, y lo está comercializando la empresa Nanopool de Alemania.